Introducción al Iaijutsu

Los orígenes de Musô Jikiden Eishin ryû iaijutsu.

En efecto, si buscamos cuales escuelas antiguas (koryū bujutsu) han perdurado hasta la actualidad con un currículum de desenvaine, debemos mirar hacia tradiciones como Tenshin Shōden Katori Shintō ryū, la escuela de sable más antigua que nos ha llegado hasta hoy en día, desde su fundación en el siglo XV.

Sin embargo, lo que vamos a tratar no es kenjutsu (la especialidad de esta escuela) ni tampoco el battōjutsu (que es una de sus disciplinas complementarias), sino el propio origen del iai como especialidad en sí.

El Iai, generalmente estaba considerada como una subespecialización dentro del kenjutsu, siendo pocas las escuelas que se decidían en convertir el iaijutsu en su disciplina prioritaria. Durante el periodo Edo, el iai se fue configurando cada vez más como una de las disciplinas/técnicas favoritas de muchos samuráis, siendo el germen o semilla que acabaría por florecer en multitud de estilos de iaijutsu.

Los orígenes del iaijutsu como especialización:

Ya hemos dicho en multitud de ocasiones que el desenvaine japonés es tan antiguo como el propio hecho de sacar el sable de la vaina para atacar, y que algunas escuelas antiguas de kenjutsu hoy vigentes, todavía practican estos primitivos sistemas. Pero, ¿Cuándo y quien fue el que «modernizò» este sistema, otorgándole la importancia que gozaría en épocas posteriores?

Para responder a esta pregunta debemos viajar hasta Yamagata, a mediados del siglo XVI. Este feudo estaba controlado por el clan Mogami, estando a su servicio varias familias samurái, y entre ellas, la Hayashizaki. No disponemos de demasiados datos, pero al parecer debido a una serie de intrigas y complots el patriarca de la familia Hayashizaki es asesinado por un grupo de samuráis de familias enfrentadas. Es aquí cuando entra en escena su hijo, Hayashizaki Jinsuke Minamoto no Shigenobu, que viéndose incapaz de solucionar el problema por sí sólo, y con sus habilidades, decide partir en viaje peregrinal y de adiestramiento (musha shugyō). Esta suerte de destierro y peregrinación le llevarán a los montes de la localidad de Murayama, a unos 30-40km al norte. Allí realizará sesiones combinadas de meditación, ayuno, entreno y rezos, hasta que un día, en medio de una ensoñación, se le transmitirá que «la victoria vendrá desde dentro de la vaina». En base a esto, Jinsuke desarrollará una serie de técnicas de desenvaine del sable japonés que más tarde serían conocidas como iaijutsu. Con esta revelación y con las nuevas técnicas creadas, el héroe desterrado regresa a casa, se enfrenta y vence a todos los adversarios que atentaron contra su familia en el pasado, labrándose un nombre como uno de los más famosos samurái de su tiempo.

La fama de esgrimista de Jinsuke le llevarán a realizar un embu (demostración) ante el mismísimo Toyotomi Hideyoshi, quien tras verlo, le concederá el título de Tenka Musō o «espada más potente bajo el cielo» alegando que sólo los Kami podían superarle en destreza con el sable. Jinsuke no se sintió satisfecho incluso con esto, y realizó un segundo Musha Shugyō, aprendiendo y enfrentándose a otras escuelas de bujutsu. Al volver a Yamagata, funda su propia escuela. Qué nombre tenía esta escuela no lo sabemos seguro, puesto que nos han llegado varios: Hayashizaki ryū, Jinsuke ryū, Musō ryū, Shinmei ryū… Lo que sí sabemos es que se trataba de una escuela de técnicas de desenvaine en situaciones muy complejas, distancias muy cercanas, escenarios concretos o en lugares de movilidad reducida. También sabemos la longitud del sable del fundador: 3 shaku 3 sun de nagasa (cerca de un metro de hoja) así como una tsuka (empuñadura) de aproximadamente 30cm. Estos tamaños condicionan mucho las técnicas que ideó Jinsuke.

Jinsuke tuvo muchos discípulos, muchos de ellos viajaron hasta Yamagata para buscar sus enseñanzas, otros se encontraron con él durante sus viajes peregrinales, y muchos de ellos fundaron sus propias escuelas en base a los preceptos ideados por Jinsuke. Tanto es así, que famosas escuelas de iaijutsu como: Sekiguchi ryū, Tamiya ryū, Muraku ryū, Hōki ryū, Musō Jikiden Eishin ryū, Shin Musō Hayashizaki ryū…tuvieron sus orígenes en este samurái de Yamagata.

Uno de los principales estudiantes de Jinsuke, y quien se dice que heredó su tradición, fue Tamiya Heibei Narimasa/Shigemasa. También gracias a él conservamos algunas de las pocas noticias que nos han llegado sobre las técnicas originales de Jinsuke. Heibei decía que «las técnicas de Hayashizaki son muy simples, pero muy efectivas», también decía que «la longitud del sable y en especial de la tsuka es muy importante, un sun (3,3cm) de menos en la tsuka puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte». Por su parte, Heibei desarrolló un estudio ulterior de las técnicas de Jinsuke y llegó a fundar su propia escuela de iaijutsu, la Tamiya ryū.

Heibei también tuvo muchos discípulos, pero entre ellos destaca un joven samurái que venía huyendo de una derrota deshonrosa: Nagano Muraku Nyūdō Kinrōsai. Pese a su juventud, su destreza con la lanza (yari) le llevó a ser uno de los generales que defendieron el castillo de Minowa ante las fuerzas de Takeda Shingen, compartiendo rango con el mismísimo Kamiizumi Ise no Kami Nobutsuna, uno de los esgrimistas más famosos de la historia japonesa. Sin embargo, el Clan Takeda se encontraba en el apogeo de su poder expansivo, por lo que nada se pudo hacer para salvar el castillo. En retirada, Muraku decide emprender un Musha Shugyō que le llevará al norte de Japón. Allí se encontrará con Hayashizaki Jinsuke, con quien empezará a adiestrarse. Sin embargo, debido a su avanzada avanza edad, Jinsuke acabará por delegar el adiestramiento en su fiel discípulo Tamiya Heibei. Tras completar su formación, Muraku continuará con su musha shugyō, el cual acabará por llevarle a ser un miembro destacado del batallón conocido por el sobrenombre de «los diablos rojos» (debido al color de sus armaduras), estando al servicio del Clan Ii. Bajo esta insignia es muy posible que participara en una de las contiendas mas importantes de la historia japonesa: la Batalla de Sekigahara, en 1600.

Habiendo sobrevivido al peligroso Periodo Sengoku, Muraku decide traspasar sus conocimientos a varios estudiantes, así como crear un estilo propio que ha llegado hasta nuestros días bajo el nombre de Shin Musō Muraku ryū iaijutsu.

Ya en el marco del periodo Edo (1603-1868), el cese de las batallas campales dieron un respiro a las escuelas de bujutsu, que pudieron asentarse y organizarse en respectivos dōjō. Es en este momento cuando la mayoría de los que, de un modo directo o indirecto aprendieron las técnicas de Hayashizaki Jinsuke, fundaron las principales escuelas de iaijutsu que se pueden seguir estudiando hoy en día. Estas son sólo alguna de ellas:

Shin Musō Hayashizaki ryū iaijutsu, es quizás la más purista de las tradiciones, al ceñirse prácticamente a las técnicas ideadas por Jinsuke. Esto hace que su currículo sea muy reducido, aunque también desde el punto de vista histórico es muy interesante encontrarse con una tradición que se ha preservado más allá del uso práctico de algunas técnicas. Una de sus principales características es la utilización del sable de 1 metro de hoja y el gran kowakizashi que solía utilizar Jinsuke. Sus técnicas están basadas en situaciones complejas solían producirse en interiores.

Sekiguchi ryū battōjutsu es una escuela fundada a finales del siglo XVI fruto del adiestramiento del samurái Sekiguchi Yarukoemon Ujimune con Hayashizaki Jinsuke Minamoto no Shigenobu. Se dice que fue su hijo, Sekiguchi Ujimune (Nidaime) quien fundaría la escuela y dōjō como tal, especializándose en battōjutsu/iaijutsu y siendo uno de los estilos más populares de desenvaine de la katana.

Hōki ryū iaijutsu, fundada en 1590 por el samurái Hōki no Kami Fujiwara Hisayasu tras haber recibido adiestramiento de Hayashizaki Jinsuke Minamoto no Shigenobu y fusionarlo con los entrenamientos que había recibido del fundador de Takenouchi ryū koshi no mawari – jujutsu, Takenouchi Nakatsukasa Daisuke Hisamori y con la escuela Katayama ryū, un sōgō bujutsu que regentaba su tío. El resultado fue un sōgo bujutsu especializado en el iaijutsu con una especial predilección por las técnicas en soeru, es decir: cortes, esquivas, paradas y estocadas realizadas con la katana mientras una de las manos queda apoyada en el reverso del filo.

Sui Ō ryū iai-kempō: Fundada por Mima Yochizaemon Kagenobu (1577-1655) entorno a 1615. Yochizaemon se formó humanísticamente gracias a su padre Mima Saigu, que había tomado los hábitos. Para cubrir la parte marcial de su formación como samurái, acudió a las enseñanzas de la escuela Bokuden de kenjutsu, mientras lo complementaba con un estudio del bastón () que derivaba de tradiciones de los monjes yamabushi, este sistema se denominaba Kongo no jōhō. Cuando Yochizemon contaba con 18 años, un amigo de su padre, Sakurai Gorosaemon Naomitsu, quien había estudiado junto a Hayashizaki Jinsuke Minamoto no Shigenobu. Haciendo honor a la visita se propuso un duelo amistoso, en el cual Yochizaemon perdió ante las técnicas de iaijutsu del misterioso invitado. Ansioso por aprender esta y otras muchas técnicas, emprendió un musha shugyō que finalizaría en una visión, según la cual fundaría su escuela: Sui Ō ryū. Pese a que el fuerte de esta escuela es el iaijutsu, jōjutsu y kenjutsu, se acabó configurando como un sōgō bujutsu con otras disciplinas como: naginata, kusarigama, tantō, kogusoku-jujutsu o kodachi.  

Pero la popularidad de las técnicas de Eishin sobrepasaron la época de los samuráis, llegando a fundarse escuelas y sistemas basados en el iaijutsu en pleno siglo XX. Un claro ejemplo es la escuela Musō Shinden ryū iaidō, fundada entorno a 1932 por Nakayama Hakudō en base a enseñanzas de la línea Tamimura y Shimomura de Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu. Debido a la estrecha relación de Hakudō con el kendo, la Musō Shinden ryū se acabaría configurando como la disciplina de iai favorita de los kendokas. Las técnicas de Hakudō, a su vez, influyeron en la formación de las academias Guntō Sōhō, que ofrecían adiestramiento militar a oficiales del ejército. Así, escuelas como Nakamura ryū o Toyama ryū, bebieron de las formas de Hakudō, que a su vez provenían de las técnicas de Eishin.

Pasada la Segunda Guerra Mundial, se siguieron desarrollando sistemas de iaidō profundamente influenciados por las técnicas de Eishin. Un primer ejemplo lo vemos en el conjunto de cinco técnicas denominado Tōhō Gohon, que fundó la Zen Nippon Iaidō Renmei (Federación Japonesa de Iaidō) en 1948. Cada uno de los kata provenían de diferentes escuelas, y en concreto tres de ellas provienen de las enseñanzas de Jinsuke: Musō Jikiden Eishin ryū, Sui Ō ryū y Hōki ryū. Veinte años más tarde, la federación de kendo (Zen Nippon Kendō Renmei) fundaría su propia sección de iaidō, conocida popularmente como Seitei iaidō. Esta serie, que en un principio contaría con siete técnicas y llegaría a sumar 12 con el paso de los años, basa la mayoría de sus técnicas en formas provenientes de Jinsuke y Eishin en escuelas como Musō Jikiden Eishin ryu o Hōki ryū, aunque principalmente se traten de técnicas filtradas por las enseñanzas de Hakudō.

Ya sea por la efectividad de las técnicas, por la popularidad que le otorgó la legislación de la época, o por el gustó que despertó el iai con el paso del tiempo, lo que nadie le iba a decir a Hayashizaki Jinsuke no Shigenobu, era que esas técnicas que desarrolló para vengar a su padre revolucionarían totalmente el mundo del bujutsu y budō japonés.